El espejo y la Máscara
En mi serie fotográfica experimental titulada "El Espejo y la Máscara", realizada en 2008, busqué explorar nuevas formas de interpretar la realidad humana a través de superficies reflectantes que distorsionan las imágenes proyectadas. Utilicé estas superficies como herramientas para reinterpretar a los modelos como maniquíes o lienzos abiertos, transformando sus rostros en máscaras expresionistas que reflejan emociones más profundas que su apariencia física. Mi objetivo fue desafiar la descripción objetiva de la realidad y priorizar la expresión subjetiva de sentimientos, aprovechando la flexibilidad creativa que ofrece la fotografía al jugar con luces y sombras sin ataduras de la mimesis realista.
Las propiedades de las superficies utilizadas fueron cruciales para lograr este efecto: sus texturas rugosas y sus imperfecciones interactuaban con la luz, creando contrastes dramáticos y reflejos múltiples que deformaban las facciones humanas en paisajes abstractos. Además, gotas de agua o condensación en algunas imágenes actúan como prismas, dispersando colores y añadiendo dinamismo visual. La interacción entre estos elementos generaba una tridimensionalidad que desafiaba la percepción bidimensional, llevando al espectador a una experiencia más profunda y reflexiva. Con esta técnica, buscaba no solo retratar rostros, sino también revelar emociones y estados internos, convirtiendo cada imagen en una metáfora visual de la complejidad humana.
2008