En Detalles cada captura es una meditación sobre lo observado, un momento de visión clara que nace del silencio y la atención. El pozo con su agua tranquila, el reflejo del cielo en su superficie, la vara metálica cruzando el agua azul, las toallas roja y negra colgadas bajo la sombra de las ramas, las sillas entrelazadas, el tubo azul sobre fondo amarillo… cada uno fue un satori, un destello de comprensión en el que la mente se detuvo y el corazón entendió. No busqué significado; simplemente miré, y en ese acto, descubrí que los detalles aparentemente insignificantes son fragmentos de un todo más profundo, donde lo cotidiano revela la naturaleza de la realidad más profunda que la verdad, que una forma con valor intrinseco.

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Hoy, al ver estas imágenes, sigo sintiendo el eco de esos momentos: no como recuerdos, sino como presencias vivas. Cada una es un registro de un satori plasmado una percepción que trascendió el objeto para revelar su esencia. En ellos, comprendí que la vida no está en lo grande, sino en lo pequeño, en la forma, en el color, en la sombras, en el equilibrio entre opuestos. Estas fotografías no son solo composiciones; son huellas de meditaciones, instantes en los que vi con claridad y, al hacerlo, me reconocí en el mundo y sus detalles.

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