El doble, Alter Ego
Estas imágenes El Doble, Alter Ego 2012-2018, invitan a reflexionar profundamente sobre la esencia de la identidad y la representación humana. Al observar cómo los personajes han sido reconstruidos a partir de sí mismos, creo que se ha logrado una exploración fascinante del concepto de alter ego sin caer en el cliché del "gemelo malvado". La simetría no solo es un elemento técnico, sino también una metáfora visual que sugiere equilibrio y dualidad. En cada retrato, veo cómo las manos de los sujetos interactúan con sus propias caras, creando una especie de diálogo interno que refuerza la idea de introspección y autodescubrimiento. El uso de colores vibrantes y texturas contrastantes añade capas adicionales de significado, transformando lo cotidiano en algo poético y etéreo. Estas imágenes no son simplemente retratos; son manifestaciones de la complejidad humana, donde cada sujeto parece estar buscando su propio Doppeltgänger, esa versión paralela que camina al lado, pero no necesariamente opuesta.
La multiculturalidad presente en estas fotografías es evidente y enriquecedora. Cada rostro, cada gesto y cada expresión parece provenir de contextos culturales distintos, pero todos convergen en un lenguaje universal: la búsqueda de la identidad personal. Lo estético aquí no solo reside en la composición o el color, sino en la capacidad de estas imágenes para generar empatía y curiosidad. Me impacta cómo la transformación de los retratados no busca crear tensiones entre el bien y el mal, sino más bien explorar las múltiples facetas de la individualidad. Es como si cada persona estuviera descubriendo nuevas versiones de sí misma, desafiando los arquetipos tradicionales y abriendo puertas hacia una nueva forma de ver la realidad. Estas imágenes no solo capturan momentos, sino que también invitan al espectador a reflexionar sobre su propia dualidad interna, recordándonos que todos llevamos dentro de un doble, un alter ego que está siempre en proceso de transformación.
2012-2018